//MADRESFERA ADS

lunes, 11 de febrero de 2013

Sofá y palomitas: Mi vecino Totoro


No sé si os lo he contado nunca, pero yo soy cinéfila. La cinefilia es una de esas "enfermedades" hereditarias, y yo en mi caso, la he heredado de mi madre. Algunos de los mejores momentos de mi infancia son tardes en el cine, o viendo una peli en VHS en casa, o algún ciclo de clásicos de los que ponían en la 2.
Cuando me gusta una película no me conformo con verla una vez, tengo que verla varias veces para saborearla bien y disfrutar de los pequeños detalles. Y no hay cosa que me guste más, que compartirla. Contarle a todo el mundo lo que me ha gustado dicha película o ahora, que tengo la oportunidad, disfrutarla al máximo viéndola con mis hijas.
Por eso son tan importantes esas tardes en las que selecciono una película de mis preferidas, nos sentamos en el sofá (en estas épocas con una mantita), y hacemos palomitas si hace falta, y a verla juntas...
Esto es el motivo de esta sección, Sofá y palomitas, donde pienso contaros las pelis que más he disfrutado con las niñas, normalmente, las mismas que disfrutaba yo misma de peque...


Aunque éste no es el caso. Este fin de semana, se proyectaba en Mis primeros Verdi (sesiones de cine infantil los domingos a las 11.30), Mi vecino Totoro (Hayao Miyazaki 1988), y se anunciaba como la mejor película infantil de la historia según la revista TimeOut.

Nosotras no pudimos ir al cine, pero ayer vimos la película en casa.
Y qué maravilla.
Cuenta la historia de dos niñas (Satsuki y Mei) que se mudan con su padre a vivir a una cabaña en el campo (al campo japonés de los años cincuenta).
Las niñas están felices del cambio y de las nuevas oportunidades de conocer gente y explorar el campo. Aunque también un poco tristes por la falta de su madre (está ingresada en un hospital recuperándose de una larga enfermedad).
Un día descubren la existencia de los "conejillos de polvo", y así aprenden que hay seres que no todos pueden ver, como los espíritus del bosque, solamente los ven aquellos de corazón puro.
La película te engancha con su estética, enternece gracias a las experiencias que viven las niñas y hechiza con sus referencias mágicas, mientras nos transmite la felicidad propia de la infancia.



Impagable la imagen de Totoro tapando su cabeza con el paraguas, mientras el resto de su enorme cuerpo se moja.
Y el niño vecino, que tiene tanta vergüenza de hablar con dos niñas tan monas que sólo gruñe.
Pero claro, las PROTAGONISTAS, son las hermanas. Satsuki (10 años aprox) y Mei (5 años). La mayor, tan responsable al tener que asumir un poco el rol de madre, mientras la suya está en el hospital, pero a la vez, tan niña. Y la pequeña, ay, con la locura propia de los 5 años, y con ese carácter tan fuerte, para comérsela.
Fue un poco como ver a mis hijas mayores (salvando las distancias). Sobre todo, en la comparación entre Mei y Marta. Nos partíamos Ainhoa y yo porque era como verla ahí, con Totoro, ya que tenían un carácter clavadito, jejeje.

Un grato descubrimiento, ya que no conocíamos las películas de Miyazaki (ya me saco yo solita el látigo, sí, pero nunca es tarde si la dicha es buena...)

Os dejo el tráiler de la película, para que así también podáis escuchar la estupenda banda sonora.





No hay comentarios:

Publicar un comentario